«Córdoba, la llana».
Lo cierto es que el apelativo de llana tan frecuentemente aplicado a Córdoba nunca lo hemos llegado a comprender del todo. Intuimos que se le aplica propiamente a la capital, más o menos plana hasta que sus arrabales acaban remontando las laderas de la sierra a cuyo pie está ubicada la urbe, porque al recorrer su provincia, una vez abandonada la vega del Guadalquivir, por una u otra orilla tan sólo hemos encontrado tres cosas principalmente: lomas, montañas y olivos que las cubren. Bueno y, por supuesto, poblaciones que, además, en no pocos casos se hallan tremendamente aisladas.
Desde luego es la Subbética la que se lleva la palma, por aquello de tratarse de una sierra más abrupta y elevada, pero tampoco podemos negar que nos ha sorprendido tanto más Sierra Morena por cuanto sus lomas, mucho más erosionadas, no aparentaban, ni por atisbo de imaginación, la riqueza que en ellas hemos descubierto.
Listado de puertos:
Alto de San Jerónimo – Las Ermitas por Medina Azahara.
El Caballón, puerto de (por río Cuzna).
El Caballón, puerto de (por río Varas).
La Canaleja, alto de (por río Cuzna).
La Chimorra, puerto de (por río Guadalbarbo).
Cueva de los Murciélagos (Zuheros).
El Higueral, alto de (por Arroyo de Priego).
El Jaramillo (Solerche, Oeste).
Lopillo, puerto de (por Villaharta).
El Mojón, puerto de (Oeste, Cabra).
Ntra. Sra. de Araceli, Santuario de (Lucena).
Obejo, alto de (por río Cuzna).