¿Qué entendemos por cicloturismo?

Quizás algo que deberíamos dejar bien claro, para que nadie se lleve a error, es el concepto que nosotros tenemos de cicloturismo o, por así decir, cuál es nuestra manera de disfrutar con la bicicleta. Entendiendo que éste es un deporte que permite que cada cual lo disfrute a su manera.

Para empezar, cuando nosotros empezábamos a dar nuestras primeras pedaladas el término cicloturista nos era totalmente ajeno. Por entonces ni siquiera teníamos conocimiento de su existencia, sino que éramos sencilla y llanamente ciclistas. Y nos apasionaba -como nos sigue apasionando a pesar de los pesares- el ciclismo en su vertiente profesional.

Sin embargo, por aquello de diferenciarnos de quienes utilizan la bicicleta con afán competitivo -ya sea en carreras reglamentadas o simplemente con sus colegas de grupeta-, ahora nos gusta acuñar el nuevo término, cicloturismo, hasta el punto de usarlo en el nombre de esta página. Realmente es lo que hacemos: dar pedales y conocer lugares y gente, ciclismo más turismo. Desde que nos montamos en la bici -normalmente con la primera luz del día- hasta que nos bajamos no tenemos la menor prisa excepto por evitar la llegada de la noche y paramos cuantas veces nos sea necesario. Para nosotros no existe la temporada ciclista, salimos en bici cuando nos apetece, normalmente evitando los días de mal tiempo (¿para qué mojarnos sin necesidad?) y, por supuesto, no entrenamos, básicamente porque nuestro objetivo en sí es la ruta, no hacerla lo más rápidamente posible: «¿para qué subir a 12 km./h. pudiendo hacerlo a 11?» es uno de nuestros chascarrillos más habituales en ruta.

Así pues, no encontrarás aquí normalmente nada relacionado con las llamadas «marchas cicloturistas», excepto porque nuestra ruta o los puertos que hayamos subido se correspondan con alguna de ellas. Tampoco somos, por ahora, de los denominados alforjeros, esa extirpe de cicloturistas capaces de recorrer países con sus bicicletas cargadas de equipaje. Y, como ha quedado claro, no somos de esos machacas que no sólo entrenan en la carretera, sino que hacen rodillo hasta cuando están en la ducha.

Por supuesto, todo lo respetamos, faltaría más. Simplemente queremos que entiendas que aquí predomina nuestra particular manera de entender el ciclismo que, al fin y al cabo, es lo que sigue siendo, ciclismo, aunque nosotros vayamos  con «tranquilidad y buenos alimentos».