Altimetrías

Puerto Padrona, reducto de lobos.

Estado del firme:**

Dureza:*

Volumen de tráfico:*

Consejos y sugerencias: nos disponemos a remontar un puerto muy largo y, aunque sus rampas no son en absoluto exigentes, es preferible tomárselo con paciencia y disfrutarlo, no sea que al final se nos atragante. Debido a sus características, nos parece ideal para los primeros contactos con cuestas de la temporada.

Segmento STRAVA

Primeras estribaciones del puerto con el embalse de El Pintado al fondo entre dehesas.

Tomando como referencia la localidad de Cazalla de la Sierra en el Norte de la provincia partimos hacia el Embalse del Pintado por la SE-179. Atravesada la presa, comenzamos a subir el puerto en dirección a El Real de la Jara.

Un tramo de adoquinado cruza la obra del embalse que abandonamos justo en la primera rampa del puerto, que resulta ser, curiosamente, la más dura del mismo.

Acaba el adoquín y comienza el puerto

El inicio es muy irregular, alternando subidas y bajadas por una zona de lomas plagadas de olivos, sólo después de tomar una vaguada a izquierdas la pendiente ascendente se hará constante y siempre en torno al 3%, con 3 km. finales por encima del 4% hasta alcanzar el Collado de la Sal. Serán, pues, 9 km. de ascensión continua, aunque muy tendida y con descansos, pues el puerto no nos castiga en ningún sentido y sólo nos presentará un mínimo de dificultad con alguna rampa suelta al 8% y un estado del firme que, mientras no lo arreglen, se encuentra muy rugoso en incluso algo roto en varios puntos.

Largo, tendido e irregular son los tres adjetivos que definen mejor el «carácter» del puerto.

A medida que vamos dejando el embalse por debajo de nosotros, notamos el cambio en el paisaje y en la vegetación: ganamos una buena panorámica sobre la sierra circundante y los olivos ceden su sitio a unos pocos eucaliptos y, posteriormente, al bosque autóctono mediterráneo en el que destacan alcornocales, encinares y quejigales.

Remanso de sosiego, alejado del tráfico y del ruido. Sus números no dicen gran cosa, pero se disfruta como pocos puertos.

La verdad es que resulta un ascenso muy agradable por el constante curveo, incluso cambiamos en alguna ocasión de ladera no alcanzando, de hecho, hasta bastante más arriba la Sierra Padrona que le confiere su nombre al puerto.

Después de los 3 km. al 4% bien merece la pena un alto en el mirador del puerto del Quejigo donde una estatua con un lobo aullando nos advierte de su presencia –cada vez menor- por estos lares… mejor será, por si acaso, que no nos sorprenda la noche por aquí.

El mirador con el característico lobo invita siempre a realizar un alto en el camino.

Por otro lado, es común divisar alguna rapaz vigilante planeando por los cielos de Padrona. Las magníficas vistas desde este otero, así como desde la carretera, sólo son afeadas por las estructuras metálicas que conducen la luz eléctrica, tan necesaria para las poblaciones.

Afrontamos, después del alto en el camino, un tramo prácticamente llano durante un kilómetro y luego otro de descenso para afrontar el último trecho de subida ya, por fin, en la Sierra Padrona. Este último tramo vuelve a ser un tanto irregular, pero sin mayor dificultad que una rampa al 8% para concluir poco antes de un cruce que, por una pista de tierra, nos llevaría hacia el puerto de los Recoberos y algunas fincas cercanas.

Últimas estribaciones del puerto con alguna pradera, más bien clarete en medio de la dehesa.

La bajada hacia El Real de la Jara es, a pesar de la estrechez de la carretera, muy agradable, aunque cortada constantemente por repechos. No obstante, si nos decidimos a bajar por donde hemos subido, es recomendable extremar precauciones porque el descenso esconde más de una curva complicada.

GALERÍA FOTOGRÁFICA.

Mapa:

Deja un comentario