Altimetrías

Santuario Virgen de la Peña: Cerro del Águila, atalaya del Andévalo.

Estado del firme:****

Dureza:*

Volumen de tráfico:*

Consejos y sugerencias: es recomendable, si transitamos por estos parajes, hacer una incursión por la Sierra de Aracena y por la Cuenca Minera.

El edificio de la ermita preside todo el Santuario donde coronamos el ascenso.

Caracterizada por una orografía ondulada de suaves desniveles y poca altitud, a modo de lomas que se van encrespando paulatinamente hasta la Sierra de Aracena por el norte y que, por el contrario, se van atenuando en dirección sur hasta la planicie onubense que se hunde en el Atlántico, encontramos la Comarca del Andévalo.

De gran raigambre histórica -por no mencionar la prehistoria-, esta comarca ha visto cómo desde un primer momento el ser humano ha explotado todos los recursos que la riqueza del terreno le ha permitido: caza, ganadería, minería…

Como no podía ser de otra forma, su huella cultural también es profunda en la comarca desde varios milenios atrás tanto en las poblaciones que se esparcen por la misma como en sus proximidades: desde manifestaciones artísticas como el flamenco, más concretamente el fandango, a construcciones arquitectónicas tan diversas como dólmenes, castillos, iglesias, palacios, ermitas… Constituyen, por destacar algunos ejemplos, su rico patrimonio cultural.

Bien indicado, el acceso a la ermita se ubica en las inmediaciones de Puebla de Guzmán.

Precisamente uno de estos lugares de interés es el ascenso que ahora nos ocupa, ya que se trata de la carretera que accede hasta el Santuario de la Virgen de la Peña, ubicado en el Cerro del Águila, en el término municipal de la Puebla de Guzmán.

Aunque la factura del edificio actual corresponde al s. XVII con remodelaciones posteriores, parece ser que su existencia se remonta al siglo anterior o, a finales de la Edad Media, pues según la leyenda fue en 1490 cuando se apareció la Virgen, siendo el lugar desde entonces un destacado punto de encuentra de la población, sobre todo, durante la celebración de la romería el último fin de semana del mes de abril, una de las más antiguas que tienen lugar en Andalucía.

El sitio se erige, además, en perfecta atalaya del Andévalo occidental ofreciendo unas magníficas vistas de esta vertiente de la comarca onubense, algo por lo que -sin tener en cuenta lo meramente cultural o religioso- nos merece la pena dispensar unas cuantas pedaladas hasta su cima.

A punto de coronar la cuesta, a nuestras espaldas se abre la panorámica a lo largo y ancho del Andévalo.

A la brevedad de la cuesta se le añade el hecho de que sus dos primeros kilómetros resultarán más un precalentamiento que un esfuerzo per se. El buen estado de la carretera, la escasa pendiente -incluyendo algún tramo descendente- y largas rectas serán la nota predominante hasta que tomemos el cruce a derecha por la carretera de la Peña.

Serán dos escasos kilómetros los que nos resten desde este punto hasta la cima, aumentándose la pendiente paulatinamente hasta que a falta de 1,5 km. se sitúe por primera vez y ya hasta el final en el 10% con puntas superiores. El esfuerzo, corto pero intenso, nos obligará en algún punto a levantarnos del sillín para superar las rampas más exigentes.

Apenas comenzado el ascenso ya vemos la Peña e intuimos la ermita entre sus rocas y la vegetación.

En el cerro, coronado por unas formaciones rocosas que ocultan las edificaciones del santuario, ralean unos rodales de eucaliptos como destacada vegetación a más de la meramente arbustiva.

El corto zigzagueo que nos conduce hasta la cima nos permite igualmente disfrutar de esas magníficas panorámicas a que hacíamos referencia unas líneas más arriba.

Coronamos. La subida es tan corta como intensa en su kilómetro final.

Finalmente coronamos en una amplia explanada junto a la que se esparcen las distintas edificaciones del santuario, mas será una fuente, entre todos los elementos del lugar, lo que llame más poderosamente nuestra atención… Imperan los rigores de la canícula.

GALERÍA FOTOGRÁFICA.

Mapa:

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