Altimetrías

Alto de Moclinejo por Almáchar, La Pared.

Estado del firme:*****

Dureza:**

Volumen de tráfico:**

Consejos y sugerencias: ojo con las fuertes y continuadas pendientes del puerto, que no merece mayor puntuación en dureza debido a su exiguo kilometraje. Recomendable, pues, contar con un desarrollo holgado..

Bien procedentes del puerto de Cútar, bien de las inmediaciones de Vélez-Málaga o Benamocarra (por Cajiz) nos vamos a situar en el puente sobre el río del Borge para comenzar el ascenso de uno de los puertos más interesantes y temidos por los aficionados ciclistas de la comarca y de la provincia: el alto de Moclinejo por Almáchar o, lo que es lo mismo, La Pared.

Iniciamos el ascenso en el río del Borge.

Como indica su alias, nos encontramos ante un pequeño muro de no más de 5 km. cuyas rampas, elevadas y constantes, pondrían a prueba al más osado de los ciclistas. Y es que, exceptuando el corto tramo inicial hasta la rotonda de entrada del pueblo y otro tramo central también corto, los porcentajes en contadas ocasiones se sitúan por debajo del 10%.

Para conocer el pueblo de Almáchar tendremos que desviarnos de nuestro camino y lo cierto es que un alto en el camino antes de La Pared no nos va a venir mal del todo, principalmente si nos decidimos por degustar el famosísimo ajoblanco, que es originario de esta villa en la que incluso se celebra el Día del Ajoblanco, Fiesta de Interés Turístico de Andalucía. Y eso por no mencionar las pasas, dulce fruto al cual hay dedicado un coqueto museo en Almáchar y del que vive un alto porcentaje su población desde antaño. No en vano nos encontramos en la denominada como “Ruta de la Pasa” y no será raro ver desde la carretera los paseros donde se extienden las uvas para secarlas al sol.

Duras rampas tras abandonar las inmediaciones de Almáchar.

Con tan buen sabor de boca volvemos a la faena esperando que no se nos indigeste la cuesta… Desde la rotonda comenzamos un tramo de unos dos km. aproximadamente en que la pendiente, lejos de bajar del 10%, se sitúa en una media próxima al 11%.

La carretera, además, apenas serpentea, sino que mantiene un trazado más o menos rectilíneo que torna más gravoso, si cabe, nuestro pedalear. Por suerte, una alargada pompa de pinos remonta la carretera en hilera para ofrecernos grata sombra siempre que la canícula no caiga a plomo, claro está.

Y, a juzgar por cómo nos pesan, de plomo es, precisamente, de lo que parecen hechas nuestras piernas a tenor de la dificultad de mantener una mínima cadencia de pedaleo.

Algún claro nos permite contemplar el paisaje. El pueblo de la imagen es El Borge.

Tras algún claro que nos permite echar un vistazo hacia la Axarquía y una fuerte rampa mantenida al 14% vamos a ganar –nuestras piernas lo reciben como el agua de mayo- el antes mencionado descansillo, corto pero llano y, por ello, tan agradecido.

Poco menos de dos kilómetros nos separa del alto de Moclinejo que, cuando ralea la hilera de pinos, es visible precisamente al final de la propia ristra de coníferas que cortejan la carretera.

Próximos a coronar el puerto notamos cómo ceja la pendiente.

Tras pasar junto a varios cortijos la pendiente irá cejando hasta que coronemos el alto prácticamente en un falso llano poco antes de un giro a izquierdas en que, a la vista del cerúleo Mediterráneo, nos dejemos llevar carretera abajo en dirección a Moclinejo, Benagalbón y Rincón de la Victoria.

GALERÍA FOTOGRÁFICA.

Mapa:

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