Altimetrías

Puerto de La Losa por río Raigadas, rindiendo pleitesía a «La Sagra».

Estado del firme:***
Dureza:*
Volumen de tráfico:*
Consejos y sugerencias: muy recomendable nos parece realizar una ruta circular partiendo, por ejemplo, desde Segura de la Sierra, que nos lleve hasta Puebla de Don Fadrique primero y luego por los “Collados de la Sagra” hasta prácticamente el inicio del puerto de la Losa, cuyo descenso nos conduce nuevamente hasta el punto de inicio.

El precioso valle que separa la Sierra de la Sagra -en primer término- y la Sierra de Castril desde poco antes de coronar el puerto de la Losa.

La provincia de Granada confluye por el norte con las de Almería, Murcia, Albacete y Jaén. Precisamente su comarca más septentrional, la de Huéscar, viene a lindar con estas dos últimas provincias en las Sierras de Segura, por un lado, y en la de las Cabras, por otro, en un terreno siempre escarpado y de altas elevaciones.
Así, la carretera que partiendo de Huéscar comunica con Santiago de la Espada por el puerto de la Losa, alcanza la nada desdeñable cifra de 1.766 m. de altitud, superando ampliamente los 2.000 m. algunas de las cimas cercanas.
Este dato proporciona una clara idea del magnífico entorno que nos vamos a encontrar si nos disponemos a tentar las rampas de este puerto desconocido para el aficionado medio, claro ejemplo, por otra parte, de que en la provincia de Granada también es posible practicar ciclismo de altura fuera de Sierra Nevada.

Primer grupo de Secuoyas en la margen derecha de la carretera.

El principio, muy suave, remonta el curso del río Raigadas camino del cortijo de la Losa. Precisamente en este cortijo, que da nombre al puerto, nos vamos a encontrar con una de las curiosidades de la comarca, las “mariantonias”. Se trata de unas secuoyas que el Duque de Wellington regalase al Marqués de Corvera a mediados del S. XIX. El curioso nombre con que son conocidas podría deberse, al parecer, a la deformación del apelativo “wellingtonias”, que harían referencia a quien las trajera de California allá por 1839.
La magnitud de esta especie hace que destaquen entre la arboleda que se encuentra junto a la carretera, de modo que sin bajarnos de la bici podremos contemplar los dos pequeños bosquetes existentes, no sin cierto asombro.
Pasado el desvío que conduce al mencionado cortijo harán acto de presencia las primeras rampas medianamente serias del puerto, si bien, no será hasta rebasar el cruce que conduce a La Puebla de Don Fadrique por los Collados de la Sagra cuando el puerto goce de plena continuidad.

Durante el ascenso padecemos una especie de «atracción» hacia La Sagra, hasta el punto de no poder apartar la mirada de su mole de casi 2.400 m. de altitud.

Precisamente la Sierra de la Sagra será protagonista del ascenso con su mole rocosa que roza los 2.400 m. de altitud. Nos resultará imposible retirar la mirada de unas tranquilas y, a menudo, nevadas cumbres.
La carretera, en perfecto estado en su inicio, nos invita a pedalear con destreza en estas primeras estribaciones, aunque la pendiente pronto va a oponerse a nuestras ganas de alcanzar la cumbre, y es que los 7 km. finales del puerto se sitúan siempre próximos al 7%.
Un par de herraduras aisladas dan paso a una zona no exenta de curveo, pero, sin embargo, el tramo verdaderamente espectacular del puerto es el que se inicia cuando apenas quedan unos 4 km. hasta la cima. En ese punto se inicia una sucesión de hasta nueve herraduras que van remontando la ladera de la montaña y ofreciendo unas cada vez más impresionantes panorámicas del entorno del puerto.

Vecinas a la Sierra de Castril también las de Cazorla y Segura.

La arboleda irá desapareciendo a medida en que se suceden las curvas y, más arriba, el piso torna rugoso a unos 2,5 km. de la cima, además de estrecharse notoriamente.
La altitud que vamos alcanzando nos permite recrearnos en las sierras de en derredor, aparte de la Sagra, están las de Almorchón y la Sierra Seca, antesalas de la Sierra de Cazorla y de la de Castril respectivamente. Entre todas conforman un precioso entorno de alta montaña.

Recta final del puerto.

Coronamos el puerto poco después de la última herradura sin que haya ningún cartel que lo indique, tan sólo el paso entre taludes de roca blanca en la más absoluta soledad y severidad de estos parajes.

Mapa:

GALERÍA FOTOGRÁFICA:

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