Estado del firme:***
Dureza:*
Volumen de tráfico:*
Consejos y sugerencias: la situación de Berrocal en el corazón de la sierra propicia que cualquier ruta por la zona pueda hacérsenos un suplicio, pese a que estos puertos no son gran cosa. Especial precaución hay que tener con la calor estival.

En busca de Berrocal, nos juntamos con la carretera que procede desde el río Tinto por nuestra izquierda.
No hemos terminado aún de descender Cumbres de los Bolos cuando, a punto casi de alcanzar la ribera del Tinto, al paso por un puente giramos bruscamente a la derecha y nos topamos con un durísimo repecho que nos frena en seco.
Así, de forma tan abrupta, es como comienza esta variante del ascenso a la localidad de Berrocal.
Por suerte, verdaderamente duros serán sólo unos 500 m. iniciales de fuerte pendiente, con una rampa mantenida al 11%, porque a partir del medio kilómetro la cuesta irá cejando paulatinamente hasta permitirnos un largo descansillo.
Pronto veremos a nuestra izquierda la carretera que baja hasta el río Tinto y, por supuesto, intuimos su cauce al fondo del valle que remontamos. Estas serrezuelas de poca altitud y perfil romo, a menudo deslucidas por los vestigios del fuego, presentan una vegetación arbustiva en medio de la que ralea una arboleda de repoblación a base de pino y eucalipto coexistente con una dehesa autóctona, algo más tupida, compuesta por encinas, alcornoques y quejigos.
Con el cruce hacia La Picota a la vista, la carretera poco a poco retoma el sentido ascendente, aunque sin la violencia inicial. Tan sólo un kilómetro y medio nos resta hasta hacer entrada en Berrocal y lo cierto es que las rampas no son reseñables.
Tras varios giros el pueblo se muestra pura cal sobre lo alto de un cerro hermoseando con su estampa un paraje completamente apartado del bullicio de las grandes urbes. Lo cierto es que caserío nos ha parecido de lo más coqueto y muy recomendable quienes gusten de perderse por un fin de semana.
Además, la zona no carece de interés turístico: dólmenes, restos romanos (calzada), restos musulmanes (murallas), cercados de piedra (s. XIV), iglesias, ermitas. Y, por supuesto, un entorno natural único propiciado por el peculiar ecosistema del río Tinto.
Finalmente, tras un mirador llegamos al pueblo y trazamos una curva a derechas evitando atravesar por el centro urbano. Pronto una última herradura a izquierdas nos deja en un falso llano en línea recta que, a las espaldas del pueblo, nos lleva hasta los 318 m. de cota junto a un depósito de agua.
GALERÍA FOTOGRÁFICA.
Mapa:
Categorías:Altimetrías, Andalucía, Huelva, Puertos de Montaña
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