Estado del firme:****

Dureza:*

Volumen de tráfico:**

Consejos y sugerencias: sin lugar a dudas, no se puede subir este puerto sin pasar a continuación por Montefrío… nos encandilará.

Bellísima imagen de Montefrío poco después de coronar el puerto.

El que en mapas topográficos se denomina como puerto de Granada, no es otro que el que los cicloturistas locales conocen como puerto de Montefrío o de Tocón, destino y origen respectivamente de la carretera que atraviesa el mencionado puerto.

Desde Tocón, pues, vamos a comenzar a dar pedales en esta ocasión para afrontar una subida relativamente cómoda, como es ésta, pero que no está en absoluto exenta de kilómetros de “calidad”.

Apenas sí llegamos a rozar esta localidad granadina, pues en el cruce entre Alomartes y Villanueva de Mesía, a las afueras de la población, comienza el puerto y lo dejamos a nuestra espalda. No obstante siempre merece la pena detenerse unos instantes para comentar algunos detalles de interés sobre la villa.

Como suele ocurrir en la gran mayoría de las localidades andaluzas, su pasado remonta casi siempre varios milenios y, en muchos casos, se retrotrae incluso hasta la prehistoria. Tal es también el abolengo de esta pedanía de Íllora, habitada ya desde la prehistoria y que cuenta a puñados los restos arqueológicos de época romana, según dan fe las vitrinas del Museo Arqueológico de Granada. El emplazamiento actual, empero, se debe a los musulmanes -de cuyo paso resta un importante vestigio en forma de torre- y, por no dilatarnos más, la que quizás es uno de sus mayores emblemas, la Iglesia de la Virgen del Socorro resulta ser una de los primeros templos cristianos en el Reino Nazarí con la Reconquista.

Por lo demás, basta tener ojos para darse cuenta de que el principal medio de la zona no es otro que el aceite, pues los olivos nos acompañarán durante la práctica totalidad de la subida.

Tras tres kilómetros iniciales de calentamiento remontando el arroyo de los Molinos por la margen izquierda, un puente que nos hace cambiar de lado será el verdadero punto de inicio de este puerto. A su salida la rampa incrementará la pendiente paulatinamente hasta situarse en torno al 5% en el primer kilómetro y, a continuación, en un 6% constante durante los siguientes seis kilómetros de ascenso. Pese al curveo, sobre todo en el tramo final, es increíble cómo la rampa parece una sola, sin apenas altibajos.

Excelentes vistas de Sierra Nevada desde la parte intermedia del ascenso.

Al principio nos resulta el puerto bastante anodino –el olivar llega a saturar por momentos-, sin embargo a medida en que ganamos metros sobre Tocón la panorámica va mejorando, con las cumbres de Sierra Nevada como hermoso telón de fondo a nuestra derecha. Y las de las Sierras de Alhama a nuestras espaldas.

Algún tramo más alegre, por el curveo y la vegetación, nos vamos a encontrar, sobre todo entre los kilómetros octavo y noveno. Además, a nuestra diestra se eleva la vecina Sierra de Parapanda, sierra que estamos salvando de forma paralela a como lo hace el puerto que lleva su nombre entre Íllora y Montefrío, la cual absorbe frecuentemente nuestras miradas.

Alcanzamos el punto más alto de la carretera en falso llano.

Una vez que ganamos el collado aún nos encontraremos un falso llano de un par de kilómetros –el puerto acaba tal y como empieza-, resultándonos difícil establecer a simple vista el punto más alto de la carretera.

Desde luego, si algo cabe reseñar en este trayecto final es la visión de Montefrío, con su castillo y su iglesia sobre la peña bajo la que se asienta el caserío. Sin lugar a dudas, una población de visita obligada.

GALERÍA FOTOGRÁFICA.

Mapa: